Los Grammys han sido siempre uno de los eventos más importantes en la industria musical debido a su impacto en la comunidad, pues ¿qué compositor, productor o cantante no sueña con tener un Grammy?
¿Cuántos no lo han intentado y fallado en el intento?
Resulta que intentar y fallar no es el estilo de Billie Eilish, pero hay mucho detrás de sus logros ¿Deseas saber cómo le fue en la entrega más prestigiosa del mundo musical?
Existen miles de premiaciones, pero no es de dudar que siempre hay una especial que destaca, la más importante y que hace que saquen la casa por la ventana. Para las series, son los Emmy; para las películas, los Oscars; para el teatro, son los Toni…cada gran escuela de arte tiene una academia que abala sus premios, otorgando reconocimiento a los grandes artistas que lo merecen.
Billie Eilish sorprendió a todos en la 62º edición de los premios Grammys celebrados en el Staples Center de Los Ángeles. Con solo una noche se convirtió en una figura de renombre al romper record por ser la cantante más joven en llevarse nada más y nada menos que cinco estatuillas, todas ellas correspondientes a las categorías más importantes de la noche: Álbum del año, Canción del año, Grabación del año, Artista revelación, y su hermano Finneas O’Connel fue el ganador de la categoría Productor del año.
Nominada a seis y victoriosa invicta en cinco categorías, Billie Eilish es una joven de California con solo dieciocho años de edad que ha demostrado ser una competencia difícil de vencer para el resto de los nominados.
Siempre mostrándose como una chica humilde y con los pies bien puestos en la tierra, que no teme mostrarlo en cámara tal y como lo hizo durante su discurso del Grammy al Mejor Álbum, lo primero que salió de sus labios fue expresar cuanto se lo merecía Arianna Grande antes que ella misma, pues “Thank u, next” le había ayudado a superar cosas en su vida.
Sin palabras, la joven de California ya no sabía cuánto agradecer al final de la noche por la cantidad de premios que recibía, pero siempre se mostró agradecida e igual de sorprendida que la primera vez.
Billie Eilish es una artista que desde los 13 años ha estado en el ojo de la fama cuando en 2015 sacó su sencillo “Ocean Eyes” en la plataforma de reproducción de Soundcloud, y que desde entonces ha estado escalando hasta convertirse en el fenómeno viral que es hoy día.
Sin embargo, no actúa sola y sus logros no son únicamente a su nombre: Su hermano, Finneas O’Connelll siempre le ha apoyado en su aventura a la música, pues ambos poseen un fuerte amor y pasión por la música gracias al haber sido criados en el seno de una familia de artistas, y es a él a quién de hecho, le pertenece el quinto Grammy obtenido, todo gracias a su participación en el disco de su hermana.
Hecho remarcable pues la producción de un solo disco superó a los años de experiencia y mayor cantidad de discos de varios productores que también estaban nominados en dicha categoría.
En definitiva estos hermanos son un par de chicos con talento.
When we all fall asleep, where do we go?
Es un disco que no fue producido por grandes empresas discográficas, sino que fue grabado en la tranquilidad de su casa en el barrio de Highland Park, trabajando codo a codo con su hermano tanto para la producción como para la escritura de las letras, fuertemente inspiradas en problemas personales o temas fuertes que tanto ella como él pasaban en el día a día, como lo fue la depresión, el bullying y “Ser un chico malo”
Existe algo sublime en las producciones que envuelven a Billie Eillish, su voz única junto al especial manejo del ruido y los silencios como complemento perfecto para las melodías en las diferentes composiciones que forman su álbum son, sin duda alguna, una de sus características más resaltantes, distantes a la música que en su normalidad se tiende a escuchar.
A diferencia de otros cantantes, quienes llenan sus canciones con ruido, platillos y demás efectos acompañados de un tono de voz elevado, Billie hace todo lo contrario: canta con suavidad, en voces bajas junto a vacíos de sonido de la melodía que complementan a la perfección esos tonos sutiles en su timbre de voz. Un trabajo esplendido que merece ser reconocido.
Una de las noches más brillantes y con mejor banda sonora, un despliegue de talentos y competencias únicas, de oportunidades de brillar o de hundirse. Eso son los Grammys, y sin duda alguna el medio del entretenimiento cada día nos sorprende más, el año pasado el artista revelación fue Lorde, este año la corona la tiene Billie Eilish y eso lleva a la siguiente pregunta: ¿Quién será el próximo o nadie le podrá destronar por el momento?
