Es fácil decir que cierto tipo de personas prefiere quedarse en casa y mantener pocas relaciones cercanas, mientras que otras disfrutan de salir constantemente y formar relaciones con diversas personas.
Sin embargo, también hay otro tipo de personas, que representan solo un porcentaje extremadamente pequeño de la población, que disfrutan de hacer daño a otros con tal de realizar sus propios intereses. A este pequeño grupo minoritario se le denomina en la cultura moderna como psicópatas.
¿Qué causa que sean así? En el mundo de la psicología y de las neurociencias se ha intentado responder a esa pregunta. Así que acompáñanos en este viaje a través de la mente de un psicópata y conocer esta respuesta.
Pero antes, debemos preguntarnos…
¿Qué realmente es un psicópata?
El término de psicópata es usualmente acuñado coloquialmente para referirse a una persona que ejerce dominación a través de las amenazas y la manipulación, que no siente empatía por los demás y hasta siente desprecio por las leyes y normas de la sociedad.
Por su parte, el mundo científico, en especial las entidades internacionales que estudian la salud mental enmarcan esta definición con el trastorno antisocial de la personalidad. Sin embargo, lo que conocemos como un psicópata dista bastante de este diagnóstico mental.
Para empezar, se estima que las personas antisociales pertenecen al 4% de la población mundial, mientras que los psicópatas solamente al 1%, Estos últimos, pese a que suelen demostrar una indiferencia a las reglas sociales, es común que también tengan una buena educación y hasta empleos exitosos.
A diferencia de un antisocial, cuyo comportamiento violento le impide tener una vida profesional y académica estable. Pero no te dejes engañar, un psicópata también es violento y se puede dejar llevar por sus impulsos, sin embargo, sabe controlar su comportamiento con un encanto natural.
También este tipo de personas son calculadoras a la hora de toman riesgos y actúa fríamente cuando lo han pensado en todo. Hasta sus relaciones personales son bien maquinadas, por lo que son incapaces de crear vínculos afectivos reales.
Pero si una gran parte de la vida de un ser humano la conforman las relaciones que tenga con el mundo ¿Cómo pueden esta clase de personas coexistir con nuestra sociedad? Esto tiene que ver con el cómo estos ven el mundo.
La percepción de un psicópata del mundo
El psicólogo, criminólogo y autor de diversos libros sobre el análisis de la mente criminal, Vicente Garrido, señala que “El mundo del psicópata es especial; en él reina el “todo vale” si vale para él”.
Es común creer que los psicópatas no comprenden las normas de la sociedad o que tampoco entienden los sentimientos de otras personas. Pero esa es una idea errónea, puesto que asimilan las leyes del mundo y los sentimientos ajenos, al menos cuando es conveniente para ellos.
Esto se explica con un perfecto ejemplo de psicopatía: Ted Bundy. El asesino serial de los años 70 siempre fue reconocido por las personas cercanas a él como un brillante estudiante de derecho, exactamente en el mismo tiempo estimado en el cual cometió todos sus horribles crímenes.
Así que podemos decir que, si conocía y entendía la ley, pero que las estudiaba con la única razón de usarla a su favor y librarse de la silla eléctrica por el mayor tiempo posible.
Por otro lado, estudios más tardes indicaron que los psicópatas si pueden empatizar con las personas que le rodean, pero carecen es de la motivación para ello. En otras palabras, pueden considerar los pensamientos y emociones ajenas, pero solo cuando tienen un objetivo que desean alcanzar.
Entonces los psicópatas conocen muy bien la mente humana, como lo haría cualquier persona, captan lo que el otro siente. Incluso puede asumir su perspectiva. Pero hace uso de eso para manipular y hasta detectar victimas que sean fáciles de dominar para lograr su propia satisfacción.
Así que ¿Saben distinguir del bien y el mal? La respuesta es sí, si dañan, saben que los están haciendo. Pero si les satisface, no les importa hacerlo.
¿Qué los hace diferentes?
Hay muchas teorías sobre lo que hace un psicópata ser uno. Pero la mayoría apunta a que es una condición innata y que hasta puede ser heredada, que es causada por una característica en una estructura del cerebro.
Investigadores han señalado que los psicópatas tienen una menor respuesta a situaciones de daño, es decir, no tienen la experiencia emocional a la que denominamos como miedo. Y esta emoción es muy importante en la formación de la conciencia y el cómo nos relacionamos con el mundo.
Entonces, si no responden bien ante señales de peligro ante su propia seguridad, tampoco responderán como lo haría una persona promedio al causar este peligro a alguien más. ¿Hay una explicación para esto?
Los expertos aseguran que la respuesta está en la amígdala, una pequeña estructura que está en el cerebro y que procesa nuestras emociones más simples como el miedo. Según los estudios, los psicópatas tienen una amígdala mucho más pequeña que el promedio.
Lo que significa que en algún momento desarrollaron emociones primarias, pero al crecer desarrollaron una dificultad para adquirir nuevos miedos, principalmente a las normas sociales y autoridades que normalmente ayudan a regular el comportamiento.
En otras palabras, la moralidad, que para todos es el resultado del hecho de entender que romper una norma conlleva a un castigo, no fue desarrollada completamente en la conciencia de un psicópata. De esta forma, las consecuencias, ir a la cárcel, y entre otros castigos, no le sirven para frenar su comportamiento de violar los derechos de los demás.
Otra característica de este tipo de personas de la cual los expertos no llegan a una conclusión, es su narcisismo. Al no considerar a los demás y solo sus propios deseos, tienen una visión supremacista de sí mismos, y también se dejan llevar por los excesos, como resultado de su carencia de miedo a las consecuencias.
¿Pueden llegar a cambiar?
Es claro que no existen procedimientos que puedan modificar las estructuras cerebrales de una manera tan radical, como para que un psicópata pueda desarrollar su moralidad. Sin embargo, los especialistas en individuos psicopáticos constantemente buscan crear terapias que los ayuden a considerar a los demás y a tener conciencia sobre las consecuencias de sus actos.
Los trastornos de la personalidad, sea cual sea, no tienen cura, pero estos pacientes pueden emplear estrategias para llevar una vida tranquila. Y en el caso de los psicópatas, una vida que este lo más alejada de causar daño a las personas.
De esta forma surge el termino de psicópata adaptado, uno que puede tener éxito social y hasta crear un proyecto de vida, sin comprometer la integridad del otro. Por otro lado, la pregunta de ¿Estas personas pueden reformarse? Es bastante ambigua.
Lo más acertado tal vez sea que esto depende más del individuo. O bien, viendo a través de la historia de los psicópatas responsables de los crímenes más atroces de la humanidad y volvernos hacer la pregunta ¿Realmente esas personas pueden volver a insertarse en la sociedad?
¿Llegará la ciencia lo suficientemente lejos como para tratar la mente de un psicópata? En la caja de los comentarios puedes expresar tu opinión.
