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7 Leyendas paranormales en el HOTEL CECIL: Caso Elisa Lam

7 Leyendas paranormales en el HOTEL CECIL: Caso Elisa Lam

El Hotel Cecil ha sido el escenario de atroces crímenes, eventos sobrenaturales y cientos de anécdotas que vale la pena contar. No por nada se considera el lugar más embrujado de Los Angeles.

También siendo motivo de inspiración para una temporada de la serie de terror, American Horror Story, en este hotel hay más de una leyenda paranormal que muchos aseguran que son hechos reales. Y que en este edificio hay una influencia demoníaca que es la causante de todas las tragedias.

Número 7

Un origen oscuro

Ubicado en el centro de Los Ángeles en el 640 de Main Street, este hotel fue construido en 1917 con 700 habitaciones de lujo. Con el fin de albergar viajeros que iban a la ciudad hacer negocios. Pero sus dueños no previeron el crecimiento de la zona ni la Gran Depresión económica que azotaría a Estados Unidos en los años 20.

Por lo que se vieron en la necesidad de bajar los precios y sacar de sus servicios algunas comodidades. De esta manera, el Cecil paso muy rápido de ser un hotel de cinco estrellas a uno de paso.

El lujo rápidamente y la exclusividad comenzaron a desaparecer dentro del edificio, y fue rápidamente ocupado por criminales, prostitutas, personas sin hogar y otros desamparados.  

Todo esto es una recapitulación de los hechos que comenzaron a darle la fama que tiene el Hotel Cecil. Pero hay una leyenda urbana que esa aura maligna que lo rodea tiene un origen muy distinto.

Dicen que los eventos trágicos y paranormales frecuentes que tienen por lugar el hotel son causados por el terreno en donde el mismo fue construido. La leyenda afirma que las tierras pertenecieron a un ocultista que realizaba rituales y misas negras allí.

Y pese a la construcción del hotel, se cree que el misterioso hombre seguía empleando una de las habitaciones con estos fines, ofreciéndole almas a entidades demoníacas como sacrificio. Sin embargo, sigue siendo uno de los relatos populares que rodean al hotel. Pero que cobra mucho sentido cuando sabemos todo lo que ha sucedido dentro de sus paredes.

Número 6

La Dalia Negra

Elizabeth Short fue encontrada en 1947 en un suburbio en construcción en Los Ángeles desnuda, mutilada y cortada perfectamente en dos partes a la altura del estómago. Y desde ese momento se convirtió en uno de los eventos criminales más horribles de la historia de Estados Unidos.

A la víctima se le denominó como “La Dalia Negra”, aprovechando el reciente estreno de la película de “La Dalia Azul” y tuvo una cobertura mediática nunca antes vista. Y rápidamente se le relacionó con el hotel Cecil.

La información con respecto a este caso varía y poco se sabe que es verdad o que no. Pero en los reportes oficiales indican que la última vez que se vio a Elizabeth Short con vida fue dentro del bar del Hotel Cecil. Algunas fuentes hasta aseguran que ella pasó un periodo de tiempo viviendo dentro del edificio.

Pero nadie supo con certeza que hacia ella dentro del infame hotel, y si realmente tiene una relación con su horrible asesinato posiblemente la joven se lo haya llevado a la tumba

Número 5

El hotel del crimen

Con los precios por habitación que manejaba el Hotel Cecil después de la Gran Depresión, cualquiera podía pasar una noche sin problemas allí. Y en realidad fue así, todo tipo de persona se hospedó dentro de estas paredes.

Así que las instalaciones del Cecil también sirvieron como lugar de contrabando de drogas, como un burdel y lugar de encuentro para parejas adulteras además de, y no podría faltar, como la escena del crimen de muertes violentas.

Pero seguramente el crimen que más indignó a la comunidad fue el de una residente de 79 años. Goldie Osgood había sido operadora telefónica del hotel por muchos años. Para 1964 ya se encontraba retirada y se había ganado el cariño de los otros inquilinos permanentes.

Por lo que el descontento y la tristeza fue enorme cuando se encontró su cuerpo sin vida en su propia habitación. La anciana había sido violada, golpeada y apuñalada, y en su habitación había signos de robo. Y a pesar de que hubo un sospechoso que fue acusado por este crimen, se le encontró inocente por falta de pruebas.

Por lo que es uno de los muchos eventos tétricos del Hotel que todavía no tienen respuesta.

Número 4

 Un hospedaje para asesinos

Ya había quedado en claro que los crímenes de todo tipo en este hotel fueron más que comunes en un momento. Pero también fue el centro de atención para dos asesinos seriales, que vivieron allí por un periodo de tiempo.

El primero fue Richard Ramírez, quien a mediados de los años 80 fue conocido como el Asechador Nocturno, y que estuvo residenciado al menos un mes en el piso 14 del Cecil. También se conoce que pago 14$ por noche y durante ese mes que pasó dentro del hotel, mató a 14 personas.

Más tarde, en los años noventa el austriaco Jack Unterweger, también conocido como el Asesino de Viena, se hospedó en el Cecil. Muchos afirman que fue una especie de homenaje a Ramírez. Y durante su estadía, estranguló y asesinó al menos a tres prostitutas dentro de su habitación.

Lo peor es que nada de esto forma parte de una leyenda. Estos macabros personajes existieron y por alguna razón fueron atraídos a las instalaciones de este edificio.

Número 3

 Extraños suicidios

Mientras que el Hotel Cecil entraba en decadencia en los años 30, muchos habitantes de Los Ángeles con problemas económicos en la época acudían a este para acabar con sus vidas en privacidad en una de las habitaciones baratas.

De esta manera, en 1931 se registró el primer suicidio dentro de las instalaciones del edificio. Un huésped llamado W. K. Norton murió en su habitación después de ingerir píldoras de cianuro. A partir de allí, las cifras aumentaron exponencialmente en las siguientes dos décadas.

Cualquiera le atribuiría esto a la situación financiera de la época, pero otros opinan que había algo más dentro del hotel que obligaba a las personas a quitarse la vida dentro de sus habitaciones. Porque para los años 60, la economía de Los Ángeles era más prospera, pero los suicidios seguían aumentando al punto de que se solía referirse al Cecil como El Hotel Suicida.

Fue en esta misma década que se conocieron varios casos similares. Julia Moore saltó desde la ventana de su habitación en el octavo piso en 1962. Meses más tarde, en ese mismo año, Pauline Otton saltó desde el noveno piso y cayó sobre un hombre que caminaba en la acera. Ambos murieron en el acto.

Más adelante, en la década de los 80 una mujer, quien se ha mantenido en el anonimato por petición de su familia, se lanzó desde el décimo piso del hotel, pero cayó en las vías telefónicas, lo que le permitió sobrevivir y hablar con el personal de la ambulancia que fue por ella.

El equipo de paramédicos afirmó que dijo que algo la había obligado a saltar, y pocos momentos después de confesar tal hecho, la mujer falleció.

Número 2

Experiencias de los huéspedes

Pese a que el hotel fue remodelado, adquirido por nuevos dueños y hasta cambiado de nombre a Stay on Main entre el 2007 y el 2011, las macabras anécdotas no cesaron en ningún momento. Incluso, durante su remodelación, los constructores decían tener experiencias extrañas.

Afirmaban que a través de los grifos salía un líquido putrefacto y sanguinolento, además de sentir presencias y una atmosfera muy pesada cuando trabajaban. Lo cual retrasó el proyecto de restauración por mucho más tiempo del esperado.

No obstante, una vez reabierto el hotel al público, las experiencias paranormales de los huéspedes no se hicieron esperar. Un visitante anónimo declaró, en la que hubiese sido la página de reservación y referencias del hotel, un testimonio aterrador.

Afirmó que entre sus expectativas estaba el pasar varias noches dentro del hotel. Pero que, en una, mientras estaba intentando dormir en su habitación, despertó de golpe con la sensación de que estaba siendo estrangulado. Señala haber estado bañada en sudor frio mientras que se sentía inmovilizado, lo que le imposibilitaba gritar y pedir ayuda.

Pensando que se estaba acercando a sus últimos segundos de aliento, la sensación rápidamente se apartó. Lo cual aprovechó para salir corriendo y llegar hasta la recepción en donde se encontraba la encargada nocturna.

Una vez calmada, la persona relató su historia a la empleada y para su sorpresa, la mujer no tuvo la expresión de horror que hubiese esperado. Sino que con un tono condescendiente le pidió disculpas, y se excusó con que alguien había sido asesinado en esa habitación tiempo atrás.

Este visitante sin vergüenza alguna confiesa en su anécdota que no volvió a pasar ni una noche más en esa habitación, y con mucha razón.

Número 1

El caso de Elisa Lam

Este es el misterio sin resolver del Hotel Cecil más importante de este siglo. En el año 2013, los huéspedes del establecimiento comenzaron a quejarse de un extraño sabor y olor que desprendía el agua de los grifos. Por lo que el encargado se dio a la tarea de revisar los tanques de agua del edificio.

Y en uno de ellos encontró la respuesta del problema. Había encontrado el cuerpo de una muchacha de 21 años con tres semanas de descomposición. La joven rápidamente fue reconocida como Elisa Lam, una turista canadiense que se encontraba de viaje por los Estados Unidos.

Sus padres la habían dado como desaparecida y ya habían alertado a las autoridades, pero lo único que habían obtenido de hotel eran los testimonios de los empleados que decían haberla visto hacer compras en una librería cercana semanas atrás y luego entrar a su habitación, para luego no ser vista más.

No fue hasta que se alertó sobre el incidente en el tanque, que la policía reviso los videos de vigilancia. Los cuales mostraban a joven pocos días antes de reportada su desaparición actuando de una manera extraña en un elevador.

Elisa Lam se veía inquieta en el interior de la máquina, presionaba los botones de manera ansiosa mientras permanecía inerte en una de las esquinas del ascensor. Cuando las puertas se abrían, ella salía y entraba como viendo si alguien, o algo, la estaba siguiendo.

Al último momento en que salió, no se encontraron más grabaciones de ella. Y es aquí en donde comienza el verdadero misterio.

La autopsia de Elisa no arrojó signos de maltrato o violencia que pudieran indicar que alguien la hubiese estado persiguiendo para asesinarla. Tampoco se encontraron sustancias ilícitas, alcohol o medicamentos que pudiesen explicar que la hubiesen drogado para sumergirla en el tanque.

También se pensó la posibilidad que la joven hubiera sido una de los múltiples casos de suicidio del lugar. Pero los investigadores a cargo afirmaron que era casi imposible que la joven tuviese acceso a los depósitos de agua, y que mucho menos tuviera la fuerza necesaria para abrir y cerrar por dentro la pesada tapa del tanque donde fue encontrada.

Algunos teorizan que Elisa padecía de un trastorno de bipolaridad no tratado y que esa fue la causa de su extraño comportamiento visto en las cámaras de seguridad y su posterior fallecimiento. Sin embargo, sus antecedentes no indican nada de una enfermedad mental y, aun así, la bipolaridad no es un trastorno que pueda causar estos incidentes.

Otra teoría involucra una conspiración satanista con el asesino Richard Ramírez, también ex huésped del hotel, quien para ese entonces estaba esperando en el pabellón de la muerte su sentencia, y que posteriormente falleció en ese mismo año.

Sin embargo, no hay explicación válida para lo que le ocurrió a Elisa Lam ¿De qué estaba huyendo? ¿Por qué no alertó a nadie? Déjanos saber en los comentarios lo que piensas de este caso y sobre este hotel maldito.

3 AM, hora de la muerte

3 AM, hora de la muerte.

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